Читаем i c40a5069f5c85ef3 полностью

“No” dijo Bill al instante. “Yo lo haré, iré.”

“¿Qué hacéis?” dijeron Tonks y Fleur juntas.

“El cuerpo de Ojoloco,” dijo Lupin. “Tenemos que recuperarlo.”

“¿No puede...?” empezó la Se˜nora Weasley con una mirada invitadora hacia Bill.

“¿Esperar?” dijo Bill. “No a menos que prefieras que los mortifagos se lo lleven.”

Nadie habló. Lupin y Bill dijeron adios y salieron.

El resto se dejó caer en sillas, todos excepto Harry, que permaneció de pie. La premura y plenitud de la muerte les acompa˜naba como una presencia.

“Yo tengo que irme también” dijo Harry.

Diez pares de ojos sobresaltados le miraron.

“No seas tonto, Harry,” dijo la Se˜nora Weasley. “¿De qué estás hablando?”

“No puedo quedarme aqu´ı.”

Se frotó la frente; le picaba de nuevo, no le hab´ıa dolido as´ı en un a˜no.

“Todos estáis en peligro mientras yo esté aqu´ı. No quiero...”

“¡No seas tan tonto!” dijo la Se˜nora Weasley. “El objetivo de todo lo de esta noche era traerte aqu´ı a salvo, y gracias a Dios funcionó. Y Fleur ha estado de acuerdo en casarse aqu´ı en vez de en Francia, arreglaremos algo para que podamos quedarnos todos juntos y vigilarte...”

Ella no lo entend´ıa; estaba haciéndole sentir peor, no mejor.

“Si Voldemort averigua que estoy aqu´ı...”

“¿Pero por qué iba a hacerlo?” preguntó el Se˜nor Weasley.

“Hay una docena de lugares en los que podr´ıas estar ahora, Harry,” dijo el Se˜nor Weasley. “No tiene forma de saber en que casa segura estás.”

“¡No es por m´ı por quien estoy preocupado!” dijo Harry.

“Eso lo sabemos,” dijo el Se˜nor Weasley tranquilamente-, pero har´ıa que nuestros esfuerzos de esta noche parecieran bastante inútiles si te marcharas ahora.

“Tú no vas a ninguna parte” gru˜nó Hagrid. “Caray, Harry, ¿después de todo lo que hemos pasado para traerte aqu´ı?”

“¿Si, qué hay de mi oreja sangrante?” dijo George, incorporándose en los cojines.

“Lo sé...”

CAPÍTULO 5. GUERRERO CAIDO

48

“Ojoloco no querr´ıa...”

“¡LO SÉ!” gritó Harry a pleno pulmón.

Se sent´ıa asediado y chantajeado. ¿Cre´ıan que no sab´ıa lo que hab´ıan hecho por él, no entend´ıan que era esa era precisamente la razón por la que quer´ıa marcharse ahora, antes de que tuvieran que sufrir más por su culpa? Se hizo un largo y torpe silencio en el que su cicatriz continuó picando y latiendo, y que fue roto al fin por la Se˜nora Weasley.

“¿Dónde está Hedwig, Harry?” dijo engatusadoramente. “Podemos ponerla con Pidwidgeon y darle algo de comer.”

Sus entra˜nas se apretaron como un pu˜no. No pod´ıa decirle la verdad. Se bebió lo que quedaba del whisky para evitar responder.

“Espera a que la gente se entere de que lo hiciste de nuevo, Harry,” dijo Hagrid.

“!Escapar de él, luchar con él cuando estaba justo encima de nosotros!”

“No fui yo,” dijo Harry rotundamente. “Fue mi varita. Mi varita actuó por su cuenta.”

Después de unos momentos, Hermione dijo gentilmente, “Pero eso es imposible, Harry.

Quieres decir que hiciste magia sin pretenderlo; reaccionaste instintivamente.”

“No” dijo Harry. “La moto estaba cayendo, yo no pod´ıa decir donde estaba Voldemort, pero mi varita giró en mi mano y le encontró y le disparó un hechizo, ni siquiera fue un hechizo que yo reconociera. Nunca antes hab´ıa hecho que aparecieran llamas doradas.”

“Con frecuencia” dijo el Se˜nor Weasley, “cuando estamos en una situación bajo presión podemos producir magia con la que nunca habr´ıamos so˜nado. Los ni˜nos peque˜nos lo averiguan a menudo, antes de ser entrenados.”

“No fue as´ı,” dijo Harry apretando los dientes. Su cicatriz estaba ardiendo. Se sent´ıa furioso y frustrado; odiaba la idea de que todos imaginaran que ten´ıa poder para igualar a Voldemort.

Nadie dec´ıa nada. Sab´ıa que no le cre´ıan. Ahora que lo pensaba, nunca antes hab´ıa o´ıdo hablar de una varita que hiciera magia por s´ı misma.

Su cicatriz parec´ıa chamuscar, hizo todo lo que pudo por no gemir en voz alta. Murmurando algo sobre tomar aire fresco, dejó el vaso y abandonó la habitación.

Cuando cruzaba el patio, el gran thestral esquelético levantó la mirada... batiendo sus enormes alas de murciélago, después volvió a su pasto. Harry se detuvo en la verja del jard´ın, mirando hacia afuera a las plantas demasiado crecidas, frotándose la frente palpitante y pensando en Dumbledore.

Dumbledore le habr´ıa cre´ıdo, lo sab´ıa. Dumbledore habr´ıa sabido cómo y por qué la varita de Harry hab´ıa actuado independientemente, porque Dumbledore siempre ten´ıa respuestas; sab´ıa de varitas, hab´ıa explicado a Harry la extra˜na conexión que exist´ıa entre su varita y la de Voldemort.... Pero Dumbledore, como Ojoloco, como Sirius, como sus padres, como su pobre lechuza, todos se hab´ıan marchado a donde Harry no podr´ıa volver a hablar nunca con ellos. Sintió un ardor en la garganta que no ten´ıa nada que ver con el whisky de fuego.

Y entonces, llegado de ninguna parte, el dolor de su cicatriz alcanzó el máximo. Se aferró la frente y cerró los ojos, una voz gritaba dentro de su cabeza.

“¡Me dijiste que el problema se resolver´ıa utilizando otra varita! ”

Перейти на страницу:

Похожие книги

Вперед в прошлое 2 (СИ)
Вперед в прошлое 2 (СИ)

  Мир накрылся ядерным взрывом, и я вместе с ним. По идее я должен был погибнуть, но вдруг очнулся… Где? Темно перед глазами! Не видно ничего. Оп – видно! Я в собственном теле. Мне снова четырнадцать, на дворе начало девяностых. В холодильнике – маргарин «рама» и суп из сизых макарон, в телевизоре – «Санта-Барбара», сестра собирается ступить на скользкую дорожку, мать выгнали с работы за свой счет, а отец, который теперь младше меня-настоящего на восемь лет, завел другую семью. Казалось бы, тебе известны ключевые повороты истории – действуй! Развивайся! Ага, как бы не так! Попробуй что-то сделать, когда даже паспорта нет и никто не воспринимает тебя всерьез! А еще выяснилось, что в меняющейся реальности образуются пустоты, которые заполняются совсем не так, как мне хочется.

Денис Ратманов

Фантастика / Фантастика для детей / Самиздат, сетевая литература / Альтернативная история / Попаданцы