Preguntó el tío Vernon avanzando pesadamente en la estela de los pensamientos de Harry.
- ‘Sí’, dijo Harry.
Si la solo la cabeza parara de dolerle, si pudiera marcharse de la cocina e ir a su oscura habitación a pensar...
Oho!, ¡Vienen a arrestarte!´Dijo tío Vernon con el aire triunfante de un hombre que a alcanzado una indiscutible conclusión. Es eso, verdad chico? ¡Estás huyendo de la ley!
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- `Por supuesto que no ´, dijo Harry sacudiendo su cabeza como si ahuyentara a una mosca, ahora su mente estaba corriendo aceleradamente.
- ¿Entonces por qué?
`Él debe haberlos enviado´, dijo Harry tranquilamente más para sí mismo que para el tío Vernon.
- ‘¿Que es eso? ¿Quién debe haberlos enviado?´
- ‘Lord Voldemort’, dijo Harry.
Se dio cuenta confusamente de lo extraño que era que los Dursleys, quienes se encogían de miedo, se estremecían y chillaban cuando oían palabras como “mago”, “magia” o “varita”, pudieran escuchar el nombre del mago más malvado de todos los tiempos sin mostrar temor.
- ‘Lord – aguarda’, dijo tío Vernon, mientras su cara se iluminaba con un comienzo de entendimiento en sus ojos de cerdito. ‘Yo he oído ese nombre...ese fue el que…’
-‘Asesinó a mis padres, sí’, dijo Harry con voz apagada.
‘Pero se ha ido’, dijo tío Vernon impacientemente, con insignificancia, como si el asesinato de los padres de Harry fuera un desagradable tópico. El gigante lo dijo así. Se ha ido’.
-‘Ha vuelto’-dijo Harry pesadamente.
Se sentía muy extraño estando allí in la quirúrgicamente limpia cocina de la tía Petunia, al lado del frigorífico y la televisión, hablando tranquilamente de Lord Voldemort con el tío Vernon.
La llegada de los dementores a Little Whinging parecía haber abierto el gran e invisible muro que dividía el mundo no mágico de Privet Drive y el mundo de más allá, las dos vidas de Harry se habían fusionado y todos se habían vuelto patas arriba; los Dursleys preguntaban por detalles del mundo mágico y la Señora Figg conocía a Albus Dumbledore; los dementores rondaban Little Whinging y él podría no regresar nunca a Howarts. La cabeza de Harry palpitó más dolorosamente.
- Ha vuelto? Susurró la tía Petunia.
Estaba mirando a Harry como nunca lo había hecho antes. Y de repente, por primera vez en su vida, Harry apreció a su tía como 38
la hermana de su madre. No sabía decir porqué esto le golpeó tanto en ese momento. Todo lo que sabía era que él no era la única persona en la habitación que tenía indicios de lo que la vuelta de Lord Voldemort podía significar. Tía Petunia nunca en la vida lo había mirado de ese modo. Sus largos y pálidos ojos (que no eran como los de su hermana) no estaban estrechados de ira, estaban muy abiertos de terror. El furioso fingimiento que Tía Petunia había mantenido sobre la vida de Harry- que no había magia y no existía otro mundo que el que ella habitaba con el tío Vernon- parecía haberse ido.
- ‘Si’, dijo Harry, hablando ahora directamente a Tía Petunia. ‘Él ha vuelto hace un mes. Yo lo vi’.
La manos de tía Petunia se encontraban sobre los macizos hombros vestidos de cuero de Dudley y los apretaron.
- Éspera´, dijo el tío Vernon, mirándolos alternativamente primero a uno y luego a otro, aparentemente mareado y aturdido por el entendimiento sin precedentes de que algo había surgido entre ellos dos. ‘Espera. Tú dices que ese Lord Voldycosa ha vuelto’.
- ‘Sí’.
- ‘Ese que asesinó a tus padres‘.
- ‘Sí’.
- ‘¿Y ahora está enviando “desmembradores” contra ti?
- ‘Eso parece’, dijo Harry
-‘Veo’, dijo Tío Vernon, mirando desde la cara blanca de su esposa a Harry y acomodando sus pantalones.
- ‘Bueno, eso lo arregla’, dijo, su remera estaba tan inflada como el, ‘te puedes ir de esta casa, chico’.
-‘Me escuchaste – FUERA’ rugió tío Vernon, e incluso Tía Petunia y Dudley saltaron. ’¡FUERA! ¡Debería haberlo hecho hace años! Lechuzas tomando su lugar como uno más en la casa, budines explotando, medio salón destrozado, la cola de Dudley, Marge agitándose el techo y ese Ford Anglia volador- FUERA!
FUERA! ¡Te lo has buscado! ¡Eres historia! No te quedarás aquí si hay algún loco que está detrás de ti, no pondrás en riesgo a mi 39
esposa y a mi hijo, no nos darás problemas. Si sigues el mismo camino que tus inútiles padres, ya tuve suficiente, FUERA!
Harry se quedó arraigado a la alfombra. Las cartas del Ministerio, el señor Weasley y Sirius estaban en su mano derecha. Hagas lo que hagas, no dejes la casa. NO DEJES LA CASA DE TUS
TÍOS
- ‘Ya me has oído’, dijo tío Vernon, su maciza y púrpura cara acercándose a Harry que sentía como le salpicaba la saliva.